Dormida aún, vacilante
Los pasos, los pies torcidos
Falta mucho para el alba
¿Qué hago levantada?
Luz naranja de un faro
Filtrada por la ventana
Las mismas cosas de siempre
Transformadas.
Te extraño, lloro, te ignoro
Te ato, te mato, te olvido
Ya nada queda de tu cara
Se ha ido
La duda me parte las sienes
La noche no es mía, soy suya
No hay orden ni rebeldía
No tengo en qué pensar
No hay cosas para resolver
Ocasionalmente tus manos
Poseyendo las mías
No queda nada
Salvo esperar el día
No hay comentarios.:
Publicar un comentario