miércoles, 12 de marzo de 2008

bombardeo

La publicidad me tiene podrida.

Me siento atacada. Miro poco y nada de televisión, pero lo que veo me enerva. Trato de olvidarlo, salgo y pum, allá un cartel, en el bondi la radio, pum, pum, pum...

El ejemplo más reciente fue el ocho, el día de la mujer. Hasta donde yo sé, es un día de reivindicación de los derechos de la mujer, de la igualdad. Sé que se ha desvirtuado (si los viejos babosos de mi trabajo nos felicitan, es que se ha desvirtuado), pero desde hace un par de años parece que se ha vuelto lo contrario: la reivindicación de la muñequita Barbie. Los postrecitos Ser cero-calorías-cero-panza nos dedican saludos. Es un poquito fuerte, aunque sea.

Yo sé que eso del “día de tal cosa” suele ser medio al dope, por lo menos, pero el día de la mujer se ha vuelto el día del libro. Nadie da bola.

Eso es lo más reciente. Después hay otras cosas. Lo que peor me pega a mí es cómo por vender están usando lenguajes que eran de luchas, de movimientos sociales. El “movimiento bienestar” de la Coca Cola, la “revolución” de un sistema de TV cable (no me acuerdo cuál, pero lo odio)... Parece, si uno mira la tele, que por lo único que queda luchar es el placer propio, la propia satisfacción de impulsos (impulsos que ni tenías antes) y nada más. Lo encuentro tan perverso...

De todas maneras, encuentro que los movimientos sociales (los que conozco al menos) se están readaptando a este sistema. Ejemplo más reciente: para el día de la mujer varias organizaciones contra la violencia doméstica protestaron en la explanada de la intendencia, pero no se “limitaron” a ir (antes era lo único que había que hacer, estar, ahora ni te miran), sino que pusieron una silla vacía por cada mujer muerta por violencia doméstica, o por lo menos por cada caso conocido o aceptado como tal. Eran 163 sillas, cada una con el nombre de una de esas mujeres y un pequeño recordatorio de qué les pasó. Era impresionante, imposible pasar por al lado y no verlo, no detenerse dos segundos a mirar. 163 lugares que quedaron vacíos, representados en toda su extensión.

He visto varias protestas que buscan un significado, un simbolismo; un lenguaje, en suma, que les permita no sólo decir lo que quieren sino también de manera efectiva, así el que no ve es el que no quiere ver. ¿La publicidad que invade todo? Yo creo que no, yo creo que es una respuesta a la publicidad que ya lo invadió todo. Pero puede ser discutido, claro.

Salí una vez con un grupo de gente, que hace capoeira, a pintar paradas en la ciudad de la costa a favor de la campaña contra la ley de impunidad. La idea era, de una, no limitarse a las consignas sino buscarle la vuelta, tratar de que el significado fuera lo más importante, antes que las palabras. El resultado, para mí, fue bueno (ojalá tuviera las fotos), algunas cosas quizá no estuve tan de acuerdo, pero de eso se trata también trabajar en grupo. Lo importante fue que, distintas y todo como quedaron las tres paradas, quedaron lindas, simbólicas y extrañamente unidas entre sí. Fue una buena experiencia, salir a pintar porque se siente algo y no por cumplir con la “militancia”.

Ahora, mientras camino entre parejas de cartón que se han juntado por el sólo hecho de tomar Colet o tener el mismo CTI, también pienso en otras maneras de decir las cosas. Todo sirve, pero sobre todo la fuerza de los pulmones para gritar.

9 comentarios:

fede_buho77 dijo...

buenisimo ponerse a discutir estos temas en un blog, estoy de acuerdo contigo en algunas cosas, incluso para venderte hasta el jabon y las creams ya no muestran la "barbie girl" sino que tambien las veteranas y las feas de dove tienen lugar en el mundo, claro, si igual compran va todo bien. Pero no se les ocurra pasar de ahi, no.
Estaria bueno seguir discutiendo pero como es mi primer visita me guardo cosas para otro dia, nos estamos visitando...saludos de pedro dalton tambien!!!

Lara dijo...

Claro que sí, las veteranas están invitadas pero si primero pasan por el photoshop (¿viste los carteles en la calle? están más jóvenes que yo!)
Si, la publicidad hay que verla, críticamente obvio, porque es muy, muy sutil y perversa...

andal13 dijo...

Uy... y yo que me compré una gruesa de jabón Dove convencida de que iba a terminar siendo una veterana apetitosa...
Qué desilusión!!!! :(

fede_buho77 dijo...

sabes que no podes mas no andal13, par aun poco de hacerme cagar de risa che!!! que este es un blog nuevo como para reirme che...

Lara dijo...

¡Fede! Es un blog nuevo, por eso me gusta que se rían acá, sino me sentiría un poco sola...

No te preocupes por lo del jabón, amiga, igual sirve para bañarse. O revenderlo, si no lo abriste todavía (hay quienes no saben del photoshop, shhh...)

andal13 dijo...

Mirá, yo tengo photshop, pero supongo que es una versión vieja porque sólo me retoca las fotos... yo sigo igual que siempre! ;)

Lara dijo...

Andrea, quizas ahora no podamos, pero nuestros nietos van a andar volando, no te preocupes, nos van a dejar como nuevas...

JuanT dijo...

Hola...

¡El dia del libro sirve che! alguna oferta surge por ahí, semi interesante, para el que lee libros es día de ofertas!

Sobre la publicidad, no queda nada que decir, ya el nivel de pelota que le damos es tan minimo, que recurren o al humor (propagandas de Quilmes, Coca-Cola, etc) o a crear "movimientos" como el pro-age de Dove (que sigo sin entender), porque cualquier otra cosa dejó de ser efectiva. Además, cada vez más se trata de venderte cosas que en definitiva no necesitas, entonces se complica para hacerlo más "relevante" en tu vida, lo que lleva a que se apele a cualquier cosa (CUALQUIER cosa) para mostrarte los beneficios de tal o cual producto, que en verdad brindan poca o ninguna información del producto en sí.

No sé, estamos todos un poco confortably numb.

Lara dijo...

No, yo no, je, y no es que yo sea una persona muy concienzuda, para nada, pero me molesta la propaganda en un punto íntimo, que agarren cosas que para mí y para muchas otras personas significan cosas más profundas que un producto, que además, como vos decís, en general no necesitamos... El pro age de Dove ese es un ejemplo, de última se meten con la autoestima de la gente como todos los demás shampus pero disfrazandolo de movimiento a favor del aprecio a uno mismo... a mí me patea un poquitito el hígado todo eso, que se yo...