miércoles, 19 de marzo de 2008

para mi querido enemigo de siempre

Me duele el pecho
la agitación me gana
el sudor frío en mis manos
y el miedo en la garganta
Monstruo, aléjate de mí
no me vas a tragar
apretarme, doblegarme
enfrentarme a miradas raras
mi bicicleta corre rápido
por la ciudad
Me desvío, me desnorteo
vuelo entre oscuras fábricas
Paraguay es gris según Montevideo
me encuentro con el viento en la cara
¡libertad!, grito y la saboreo
sabiendo que él está ahí, a mi espalda
...
Un roce bastó para hacerme gritar
Un roce bastó para desarmarme
tirada en la vereda, espero
que alguien me ayude a levantarme
...
Días tranquilos, días de trampas
juego con el tiempo como gato y ratón
hago de cuenta que la eternidad existe
mientras la herida se cura
y la realidad insiste
...
Y otra vez
Me duele el pecho
el miedo en la garganta
el monstruo sonríe y espera
oh maldita, maldita suerte
ya no tengo cómo esconderme
subo al ómnibus de la siete...


Oda a los ómnibus montevideanos, especialmente el 582, amor de mis amores....

7 comentarios:

Verónica Medina dijo...

Vos porque no sabes lo que fue viajar el viernes antes de semana santa para BsAs, eso si que daba miedos.
Manadas de gente malhumorada, puteando, empujando. Todos apurados, apurados para hacer el chekin, apruados para esperar, paurados por subir, apurados por bajar.
Pasaron por arriba a una mujer que iba en silla de ruedas, y ahi empezaron las puteadas.
Por suerte escuche poco porque etaba en mi capsula musical y escribiendo, pero gritaron tanto que lograron que los esuchara aún con el mp3 puesto.

Te juro que entro en panico con el gentío amontonado, parecen animales. parecen ganado.

Lara dijo...

Pánico, eso mismo, eso es lo que da subirse al ómnibus algunas veces, o andar por 18 (antes de las fiestas o el día del centro, por ejemplo)pasar cerca de la rural del prado... Porque ves más que nada a gente que está paseando, y sin embargo van re estresados y ojo el que esté a dos metros a la redonda, y por todo es puteada, y por todo es resoplido, cara de orto y ainda mais. Y aunque vos no estés metido en eso te enloquece igual.

Yo aprendí de a poco a no darle tanta importancia, pero yendo a terapia me enteré que vivía paranóica y ansiosa en la calle, y yo ni cuenta, ¡ja!, era como un estado natural. Hay que ir con el tiempo de uno, pero a veces es difícil.

De todas maneras este poema era en joda más que nada, riéndome de mi misma y de mi locura cada vez que me tomo un bondi...

iNeztencil dijo...

esta muy lindo el texto
me gusto la imagen de fondo del blog
ta buena
saludos

Lara dijo...

Gracias, bienvenida!

andres(con minusculas) dijo...

Que maravilla el 582, ómnibus fiel que me regresa al hogar en estados buenos y de los otros...

andal13 dijo...

Sabés que la calle Paraguay es, a mi juicio, una de las más lindas de Montevideo...? Especialmente en otoño...

Se terminaron las vacaciones, che... Vuelta al 130 (pero no le dedico nada!)

Lara dijo...

andres con minúsculas: Maravilla, ja! a las siete de la tarde de punta carretas a peñarol, maravilla, sí...

PD Bienvenido al blog!

andal: Paraguay? Mmmm, a mí me parece misteriosa, no sé por qué, pero linda...

130, otro viejo amigo, que ya no me lleva a la ciudad vieja, me deja por ahí nomás.

Y sí, se terminan... Otra semanita más no me vendría nada mal, che... para cultivar el arte de no hacer, como leí por ahí...