domingo, 13 de abril de 2008

una impresión

entre largos corredores
calles de mi ciudad
ojos brillando en la oscuridad
fuego
que tengo
que pido
el frío me pide calor
un pájaro vuela conmigo
los edificios crecen
y se cierran sobre mí
mis pensamientos lloran
mi abandono
camino bajo tierra
cielo rojo
más allá de los cimientos
dolor y violencia
enterrados los secretos
de una ciudad
hoja que me corta el aire
amablemente pido
que me lo devuelva
entre largos corredores
habitan largas sombras
largos cuentos
largas pesadillas
amores

9 comentarios:

GonSaa dijo...

Muy lindo relato del dia a dia otoñal.

Gracias por tus comentarios, me gusta los que dicen lo que sienten.

saludos!

mArXelLa dijo...

y en el ambiente se siente ese olor a tristeza y nostalgia...pero cómo no sentirlo así si inevitablemente el amor se vuelve una eterna sombra y fantasma por las calles...bsos

Lara dijo...

Sì, Marxella, mis poemas suelen ser tristes, pero es que lo que respiro en la ciudad es asì, què se yo...

Gonsaa, me gustò mucho tu blog y nos seguiremos visitando, me alegra que te gustara mi texto

El usuario ha abandonado el sitio. dijo...

¿Una opinión?: Ciudad Gótica.

andal13 dijo...

Tach dice "Ciudad Gótica"... es Montevideo, sin dudas...

Lara dijo...

Je, sí, es Montevideo sin duda, aunque se puede volver gótica por veces...

Es toda una experiencia vivir de noche, es decir, es la primera vez que estudio de noche y la ciudad cambia...

Verónica Medina dijo...

Lara de noche la ciudad cambia, cambia el ambiente, cambia el aire, en Colonia corta el frío la cara, y se ve poca gente, las calles vacías, pero siento todo lo contrario a tu relato,
no son las calles que se cierran , son las calles que se abren ante mi, soy su dueña, manejo sola, sin autos, sin motos sin nadie que se anteponga a mi paso.

Me encanta sentirme la dueña de esos caminos, voy con mi mp3 en la oreja, y manejo pero a veces siento que vuelo porque a esas horas, ya me da por pensar divagues... es una mezcla de cansancio y euforia que me ataca cuando estoy pasada de rosca.
Sobre todo cuando salgo de programación que me encanta, y me deja ganas de llegar a casa y quedarme hasta las cuatro o cinco codificando, entre signos, rayas, y consolas. jejeje.

andal13 dijo...

Yo adoro la noche...! Y coincido con Vero, de noche la ciudad es tuya.
Será que hace años trabajo de noche, y antes estudié de noche, que me he ido "amurcielagando"... No tengo más remedio que trabajar por las mañanas también, cuando reina el maldito... Puaj!

Lara dijo...

Es que yo no dije que no me gustara, al contrario, ¡me encanta!, siempre estoy más despierta de noche, y la ciudad de noche despierta la imaginación (oops, quedé doblemente despierta ahí, jejeje).

Justamente, me gusta que sea medio lúgubre, me gusta que sea solitaria... sobre todo cuando uno no quiere pensar, quiere sólo ver...

Pero se ve de todo, y eso es parte de su encanto. Los secretos a voces, que de día todos ocultamos, de noche surgen... la gente cambia, en serio, y no sé porqué.

Será que seguimos buscando calor como el primer día...

Besotes, noctámbulas