no te voy a odiar
ni un minuto, ni trece horas
no habrá tiempo muerto
ni duelo con lloronas de alquiler
sólo, quizá, un par de flores
eso sí, las más hermosas
sobre un cajón, no muy lujoso
pero hecho con cuidado
por manos expertas, viejas de oficio
nada más
no te velaré eternamente
hay cosas que no merecen
un recuerdo de panteón.
domingo, 11 de abril de 2010
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5 comentarios:
En susurro, por si todavía lo estás velando... Me pareció redondito, una fina ironía, delicada, de muy buen gusto... casi con algo de respeto y algo de cariño.
"no te velaré eternamente
hay cosas que no merecen
un recuerdo de panteón."
Tal cuál, tanto así me gustó, que te pido permiso para leerlo en el programa "Café El Infierno", del próximo viernes 16.
Espero tu respuesta...
Lara este poema es muy bueno, me encantó no le sobra ni le falta nada, y esas ultimas palabras son impresionantes "Hay cosas que no merecen un recuerdo de panteón".
¡¡ Muy bueno !!
Muchas gracias a los dos! José, me encantaría que lo leyeras en tu programa.
Abrazos!
Ah, qué bueno...
Como un bombón de licor, bonito, pequeño, redondo, que se deshace dulcemente en la boca y deja el impacto del alcohol al final.
Siempre me gustó la ironía de inmortalizar mediante la escritura, dejando claro que el recuerdo durará poco.
¡Me encantó!
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